miércoles, 13 de julio de 2011

video sobre el trabajo infantil en nuestro país

Explotación infantil en Guatemala



GUATEMALA - Más de un millón de niños guatemaltecos, de entre 5 y 17 años de edad, sufren de algún tipo de explotación laboral, denunció la organización no gubernamental internacional Save The Children.
William Valdemar, subdirector de la oficina de Save The Children en este país centroamericano, señaló en rueda de prensa que "de los 1,03 millones de niños trabajadores de Guatemala, solo unos 115,000 devengan un salario, el cual no pasa de los 350 quetzales (unos 46 dólares) al mes".

"Los niños trabajan igual que un adulto, muchos de ellos en actividades de riesgo, pero no devengan lo mismo que un adulto, ni tienen prestaciones de ley", precisó Valdemar.

La mayoría de los niños trabajadores de Guatemala, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, se dedican a actividades agrícolas, como el corte de caña de azúcar y café.

Estas actividades laborales no son compensadas a los menores, ya que son consideradas como "ayudas" que los niños hacen a sus padres que son los que reciben el pago por los trabajos.

La pobreza, principal causa
Save the Children señaló que a pesar de que el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil se celebra desde 2002, y que Guatemala ha legislado en contra de la explotación infantil de todo tipo, "aún falta mucho por hacer" para desterrar estas prácticas.

La pobreza que afecta a más de la mitad de los 13,3 millones de guatemaltecos, es la principal causa que obliga a los padres de los menores trabajadores a estos se inicien desde temprana edad a las actividades productivas.

Los casos más dramáticos son las de las niñas que se ocupan en casas particulares en la realización de trabajos domésticos, los que no son compensados con salario.

Cerca de 100.000 niñas guatemaltecas son explotadas en la realización de actividades domésticas, a cambio apenas de comida y un lugar donde dormir.

Según la última encuesta de Empleo e Ingresos, realizada por el estatal Instituto Nacional de Estadística, el 23 por ciento de la población de entre 7 y 17 años de edad, realiza alguna actividad económica o deseaba hacerlo.

El 24,2 por ciento de la Población Económicamente Activa del país, son niños y adolescentes; de estos el 34 por ciento son mujeres, y el 66 por ciento hombres.



"La humanidad debe al niño lo mejor que puede darle...
El niño gozará de una protección especial
y dispondrá de oportunidades y servicios,
dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad...
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación".
DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Definición de trabajo infantil
No todo el trabajo infantil, evidentemente, es tan repugnante como las formas más peligrosas y explotadoras. Incluso los más fervientes partidarios del no-trabajo infantil reconocen que tareas apropiadas pueden aportar a los niños habilidades y responsabilidades, mantener unidas a las familias y contribuir a los ingresos familiares. Al evaluar el alcance del trabajo infantil y dibujar soluciones, es crucial definir qué es el trabajo infantil, y distinguir formas explotadoras de formas apropiadas.
La UNICEF ha desarrollado un conjunto de criterios básicos para determinar si el trabajo infantil es explotador. Define que el trabajo infantil es inapropiado si:
  • es con dedicación exclusiva a una edad demasiado temprana,
  • se pasan demasiadas horas trabajando,
  • el trabajo provoca estrés físico, social o psicológico indebido,
  • se trabaja y se vive en la calle en malas condiciones,
  • el salario es inadecuado,
  • el niño tiene que asumir demasiada responsabilidad,
  • el trabajo impide el acceso a la escolarización,
  • el trabajo mina la dignidad y autoestima del niño (como el esclavismo y la explotación sexual),
  • impide conseguir un pleno desarrollo social y psicológico.

La Convención sobre los Derechos de la Infancia, firmada en 1989 por todos los países excepto la Islas Cook, Somalia, Omán, Suiza, los Emiratos Árabes Unidos y EUA, obliga a los gobiernos a proteger a los niños de "la explotación económica y de realizar ningún trabajo que pueda ser peligroso o interferir en la educación del niño, o que sea peligroso para la salud física, mental o espiritual del niño o para su desarrollo social."

Cerca de 50 países han ratificado la Convención 138 de la OIT sobre edades mínimas para trabajar, que establece normas más rigurosas que la convención anterior. Establece que 15 años es la edad mínima aceptable en países industrializados, y 14 años en los demás países. Permiten que los niños hagan trabajos suaves a los 13 años en países industrializados y a los 12 en países más pobres. Prohibe el trabajo que pueda amenazar la salud, la seguridad o la moral para niños menores de 18 años.
La explotación infantil es al mismo tiempo consecuencia y causa de la pobreza, aunando todas las miserias.
Agotamiento para vivir y trabajar, analfabetismo, enfermedades y malnutrición, envejecimiento precoz. Es el momento de romper esta espiral, que muchos se obstinan en considerar como una inevitable 'fase de crecimiento de las sociedades en vías de desarrollo'.
Pero el trabajo infantil no es todo igual. La misma UNICEF hace una nítida diferenciación entre dos tipologías de niños que trabajan:
a) Aquellos que dentro de las familias campesinas o artesanas trabajan para ellas mismas y por la situación de pobreza, la falta de infraestructura o la ausencia de garantías sociales necesitan de los brazos infantiles. El niño puede trabajar algunas horas al día e ir a la escuela o en otros casos puede que trabaje todo el tiempo, pero no se puede hablar de explotación sino sólo de miseria.
b) Aquellos en que son explotados por un patrón externo, muchas veces una multinacional.
Igualmente se puede distinguir entre los casos menos graves -el trabajo durante algunas horas al día, en sectores que no perjudican la salud o el crecimiento- y aquellos más graves, es decir el trabajo a tiempo completo y en condiciones insalubres.
Sus causas
La globalización económica crea lazos entre distintas economías nacionales, con lo cual la incidencia del trabajo infantil en países del Sur se hace más patente en los países industrializados. Al mismo tiempo, el proceso de globalización que permite al Norte ser consciente del trabajo infantil que se da en el Sur también pone presión a las economías y estructuras sociales de los países del Sur, intensificando de esta forma el problema del trabajo infantil.